Cremoso, dulce y refrescante, el helado de té verde Matcha es uno de los placeres de Japón, y uno de los 4 helados más consumidos en este país. Un helado que además de ser delicioso, combina de maravilla con otros sabores como el chocolate o la fresa, asimismo es rico en antioxidantes, ¿quién pide más?
El poderoso té Matcha
El té Matcha es una variedad del té verde. A diferencia de éste, no se infusiona pues su textura es en polvo, por lo que se mezcla en agua igual que un café soluble, dejando una bebida intensa en sabor, color, y en propiedades, de textura aterciopelada y realmente única.
El polvo fino como el talco del té Matcha, se obtiene de moler solo las hojas más tiernas del té verde. Por eso tampoco resulta un té muy económico, es un proceso más artesanal y cuidadoso, aunque como en todo, podemos encontrarnos con estafas.
Pero a parte de su sabor único, que lo convierte en una auténtica exquisitez en Japón, el té verde Matcha es una poderosa bebida rica en catequinas, un potente antioxidante que ayuda a prevenir la artritis, bajar los niveles de colesterol o combatir el cáncer. La cantidad de catequinas que aporta el té Matcha es 137 veces mayor a la del té verde normal. También contiene L-Teanina, un aminoácido con efectos ansiolíticos o lo que es lo mismo, un relajante natural muy potente. Igualmente también aporta más fibra, potasio, vitamina C, hierro y calcio que el té verde normal. En definitiva, el té Matcha es un bebida con poderosas propiedades que, como todo, debe consumirse con moderación.
Además de consumirse solo, el té Matcha se utiliza para numerosos postres tales como trufas, flanes, tartas o helado como el que os presentamos en esta receta.
Receta de helado de té verde Matcha
Ingredientes
- 2 cucharadas soperas de té verde matcha
- 130 g de azúcar
- 180 ml de nata con alto contenido graso
- 180 ml de leche
- 3 huevos
Elaboración
- Mezclamos dos cucharadas soperas de azúcar con el té verde en un recipiente.
- Separamos las claras de las yemas de los huevos. Mezclamos en otro recipiente la cantidad restante de azúcar con las yemas de huevo. Incorporamos la mezcla anterior de té y azúcar y removemos todo bien hasta que quede una pasta densa.
- En una cacerola calenteamos la leche lentamente y apartamos del fuego antes de que rompa a hervir.
- Añadimos un poco de la leche a la mezcla de té matcha anterior para suavizar la pasta creada. Entonces vamos agregando poco a poco el resto de la leche y mezclando con cuidado. Cuando la mezcla esté perfectamente homogénea la devolvemos a la cacerola y ponemos a calentar de nuevo.
- De nuevo, antes de que hierva apartar del fuego y colar para eliminar posibles grumos o impurezas. Dejamos enfriar.
- Batimos suávemente la nata y la incorporamos a la mezcla de té matcha.
- Distribuirlo todo en un recipiente grande y hermético (para que no absorba otros olores) y meter en la nevera durante 3 horas.
- Pasado el tiempo, metemos el recipiente en el congelador. Para evitar que se formen cristales en nuestro helado de té verde, es necesario que lo saquemos cada 30 ó 40 minutos y lo removamos enérgicamente. Tenemos que repetir esta operación hasta que el helado quede con la textura y punto de congelación deseados. Solo de esta forma conseguiremos la cremosidad del helado más delicioso.
Fuente: Ok Diario
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